Proverbios Árabes

Un puñado de abejas vale más que un saco de moscas.


Solo se tiran piedras al árbol cargado de frutos.


Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.


La primera vez que tú me engañes, la culpa es tuya; pero la segunda vez la culpa es mia.


Castigo a los que tienen envidia haciéndoles bien.


Una fabula es un puente que conduce a la verdad.


Al que la fortuna le viste la fortuna le desnuda.


El tesoro que no se gasta se aprovecha poco.


Ese hombre es hombre si puede decir «Soy»; no es hombre el que solo dice: «Mi padre era».


Aconseja al ignorante, te tomará por su enemigo.


Las heridas de la lengua son más peligrosas que las del sable.


La paciencia cosecha la paz y la precipitación el pesar.


Luego que has soltado una palabra, ésta te domina; pero mientras no la has soltado eres su dominador.


El hombre que perdona a sus enemigos haciéndoles bien se parece al incienso, el cual embalsama el fuego que le consume.


El tuerto se apiada del ciego.