Lo que el demonio no puede hacer, lo hace la mujer.
Anónimo.
La mujer casada es una esclava que es preciso saber poner sobre un trono.
Honorato de Balzac.
Brindo por la mujer, quien pudiera caer en sus brazos sin caer en sus manos.
Ambrose Bierce.
Una mujer bella es un espejo brillantisimo que se empaña al menor soplo.
Cervantes.
Es fácil morir por una mujer. Lo difícil es vivir con ella.
Alexis Carrel.
Nada halaga tanto a la mujer como demostrarle que se le teme.
Benjamin Constant.
Las mujeres que merecen ser amadas son inaccesibles.
Chesterton.
El hombre disfruta de la felicidad que experimenta; la mujer de la que proporciona.
Choderlos de Lanclos.
La mujer escoge, muchas veces, al hombre que ha de escogerla a ella.
Paul Geraldy.
A Eva cuando salió del Paraíso, le dio vergüenza verse desnuda. Claro que de eso han pasado muchos años.
Noel Clarasó.
Las mujeres fieles son todas iguales: solo piensan en su fidelidad y nunca en su marido.
Joan Giraudoux.
No olvidéis que la mujer ha nacido para que la amen, no para que la comprendan.
Garcia Sanchiz.
Cuando una mujer ama a un hombre se le nota enseguida: no sabe hablar de otra cosa.
George Duhamel.
Nada hay tan bueno como las mujeres que no se consiguen.
Karl Huysmans.
La mujer, en el Paraíso, mordió la manzana, diez minutos antes que el hombre, y siempre ha mantenido eso diez minutos de ventaja.
Alfonso Karr.
La mujer adora al hombre, igual que el hombre adora a Dios: pidiéndole algo todos los días.
Jardiel Poncela.
Hay muy pocas mujeres decentes que no estén cansadas de su oficio.
La Rochefoucauld.
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